Hacer la diferencia

Les contare algo que viví, hace un par de años había aún más que ahora la fiebre por conocer personas por chats o páginas de amigos, no es que ahora no la haya, es solo que antes era toda una novedad, en alguno de esos medios, en este momento no recuerdo cual, conocí a un chico, bastante "freaky"como el mismo solía decir, amante del metal , cristiano y con algunos problemitas de depresión, pero nada grave, digamos que como muchos cuando han tenido problemas amorosos o familiares, vivía lejos de mi ciudad, charlamos por largo tiempo, varios meses, en los que él realmente no estaba "disponible" para tener una pareja, pasaba por un divorcio que no tuvo un buen final, entonces no tenía la menor intención de comenzar una relación; yo lo entendía, realmente lo hacía.

Con el paso del tiempo se fue convirtiendo en alguien especial para mí, las charlas por teléfono y chat no pararon, continuamos hablando todos los días, en el transcurso del día, siempre...sin excepción.

Entonces debido a esa continua comunicación, como no sentir tantas cosas que me producían sus mensajes y su voz cuando hablábamos, era inevitable, me dispuse a la tarea de conquistarlo, de abrir su corazón, de sanar sus heridas, largas charlas, mensajes, algo así como una terapia para que el nuevamente desee enamorarse y yo pueda formar parte de su vida.

Y les diré amigos que la terapia funciono, el decidió volver a enamorarse, tener a alguien en su vida...pero lamentablemente no fui yo la elegida, conoció a una mujer maravillosa en la iglesia a la que asistía y luego de un tiempo se casó con ella.

El dolor que sintió mi corazón fue enorme, por días solo pensé que no era justo todo aquello, que era yo quien merecía estar con él, algunas lágrimas surgieron, pero después de un proceso de "duelo" mire aquella situación desde otro ángulo, entendí que nuestros caminos se cruzaron para que yo pudiera cambiar su vida y él volviera a creer en el amor, estas situaciones muchas veces las vemos como injustas, pero al final resulta que nosotros somos ángeles en la vida de otros, aunque lo ignoremos, aunque no pensemos siquiera que eso es posible, por que no hay nada mejor que ayudar y salvar a alguien en todas las formas posibles.

Sé que cuando comencé la "terapia" con mi amigo no era con ese fin, pero resulto tan diferente, inesperado, a veces pensamos que no podamos hacer la diferencia en alguien, pero al final la vida nos sorprende.

Ahora sé que no en todas las ocasiones las personas llegan a tu vida para quedarse, pasan para aprender, para que tu ayudes a reparar o encontrar las piezas perdidas, muchas veces no somos parte de la caja de ese rompecabezas que es la vida de una persona, muchas veces ayudamos a armarlo correctamente.. y esa en muchas ocasiones resulta la mejor tarea.

¡Besos y Abrazos para sus almas!