Amor Propio
Muchos no nos sentimos felices como
somos, como nos vemos físicamente, el exterior es nuestra portada ante el mundo
y ellos se han encargado de que sea de una belleza, unas medidas y un peso “perfectos”,
¿Pero qué sucede con aquellos que no encajamos en ese estándar?, nos
convertimos en los diferentes, en los ignorados, en aquellos que no fuimos lo
suficientemente “afortunados” de formar parte de aquel selecto grupo, como en muchas
ocasiones he compartido con familiares y amigos, muy pocos son capaces de
apreciar el interior de una persona sin importa cómo se vea por fuera, no puedo
ignorar que la primera impresión es importante, pero es más como un flechazo a
nuestra mente saturada de los prototipos de belleza, si como dice aquella frase
tan común en las redes viviéramos en un mundo de ciegos, ¿a cuanta gente impresionaríamos?,
¿a cuántos llamaríamos la atención?, por nuestra forma de hablar, nuestros
conocimientos, nuestros gustos musicales o en la cocina, nuestra forma de
pensar única e inconfundible, nuestra madurez y nobleza, nuestro corazón lleno
de buenos deseos hacia los demás, esas y muchas cualidades podemos tener, pero
la gente no permite darlas a conocer, porque solo mira nuestra apariencia.
No quiero decir que aquellos que se ven
muy bien físicamente no tenga muchas cualidades, no hay que estereotipar como
hacen muchos medios que los guapos no son inteligentes, eso casi nunca sucede,
pero podríamos decir que eso sería una doble ventaja ante el mundo.
Ante situación no queda más que
recurrir al “amor propio”, y es que no hay mejor amigo, compañero y confidente
que él, les contare que hace un tiempo decidí que no podía seguir sintiéndome menos
o inferior a los demás, en un dialogo interno pensé en que me faltaba saber lo
valiosa y maravillosa que era, sentirme bien conmigo misma, verme hermosa,
única…entonces lo decidí, sabía que debía transformarme y como el ave fénix
renacer de las cenizas, debía sentirme bien y verme bien, reflejaría eso
siempre, sin importar si me veían o no, sin importar si alguien se interesaba
en mi o no, sería otra mujer, la misma por fuera, pero una nueva por dentro,
una mujer segura de sí misma, bella, alegre, que no le importa el qué dirán,
que se viste como se siente bien y no por la aprobación de otros, esta sería la
nueva YO, aquel día sonreí al pensar mi nueva determinación y en el fondo del
corazón sabía que había sido la mejor decisión y hasta ahora lo es, créanme que
cuando decidimos cambiar nuestra forma de vernos, cambia todo a nuestro
alrededor, amate…amate mucho, veras como aquello que sientes por ti mismo, será
tu compañero siempre y no permitirá jamás que vuelvas a sentirte que vales
menos que otros.
¡Besos y Abrazos para sus almas!
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