El Triple Filtro de Sócrates

¿Porque nos gusta hablar de los demás?, creo que nunca sabremos el porqué, pero siempre hay alguien hablando del otro, ya sea algo bueno o por desgracia en ocasiones algo malo.
Si lo que dices es bueno, si tus palabras sirven para edificar y construir, para ayudar, para apoyar siempre son bienvenidas, ¡claro esta!, que tampoco son buenas las palabras de adulación, o decir algo bueno solo porque queremos algo a cambio.
¿Has escuchado del Triple Filtro de Sócrates?, es lo mejor que podrás conocer  porque te dice exactamente qué tan “importante” es aquello que dirás de otra persona, este sabio hombre dejo una excelente enseñanza, él te explica por qué tus palabras deben pasar por estos tres filtros:

*  ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decir es cierto?
*  ¿Es algo bueno lo que vas a decir de la otra persona?
*  ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de esa persona?

¿Te das cuenta lo importante de usar esos tres filtros?, ¿Lo importante de reflexionar antes de hablar?, muchas veces no sabemos si aquello que vamos a difundir es cierto, puede ser que solo sea una mentira para perjudicar a otra persona o que incluso sea verdad, pero sea un secreto, algo que solo le compete a quien está involucrado; con todo esto seguramente no pasaremos el según filtro porque nos habla de que si aquello que vamos a decir es bueno, raramente cuando se habla de otros eso que decimos es beneficioso, por lo general nos gusta hablar de las debilidades, errores, secretos y mucho más y para terminar encontramos la pregunta más relevante, ¿Nos sirve aquello que nos dicen o cuentan? ¡Seguramente no!, posiblemente solo queremos que la bola de nieve crezca un poco más, no quedarnos con ese secreto o “chisme” como es más comúnmente conocido.
Debemos reconocer que nos cuesta quedarnos con cierta información,  guardarnos cosas para nosotros mismos, es cierta aquella frase que dice: “Secreto entre dos lo sabe Dios, secreto entre tres, descubierto es”, aunque creo que hoy en día incluso no hay secretos entre dos, morimos porque alguien más lo sepa y lo que es aún más triste hablamos más de la cuenta o incluso inventamos cosas, palabras y hechos, haciendo de la situación algo más complejo.
Entonces deberíamos ser como Sócrates y decir: “Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil... ¿para qué querría saberlo?

Otra situación común está en el hecho de hablar por hablar, de desvalorar a una persona, sin colocarnos a pensar en el daño que podemos causar, es verdad que a muchos poco les importa lo que los demás digan, pero hay unos cuantos que por desgracia le dan importancia a lo que piensen y digan los demás.
Ante esto no queda más que ser como los primeros, no dar valor a los comentarios, más aun si estos no edifican, no ayudan, puede que ciertas personas no sean buenas en algo, que les falte aprender o mejorar ciertas habilidades y cosas como esas,  pero el hablar mal de ellos no tiene nada de fructífero, con eso no logras ayudar, por lo menos no en todos los casos.
Ha habido casos que si ha ocurrido, que los malos comentarios se han vuelto el trampolín de aquellos que fueron criticados, deberíamos aprender de ellos, de su fuerza y coraje, de sus ganas por querer hacer realidad aquello que desean a pesar de los obstáculos y dificultades.


"Que no te importen los comentarios mal intencionados, las palabras de desaliento o las críticas que puedan hacerte, se tú...siempre tú, las batallas, heridas, alegrías y éxitos que has vivido solo son tuyos de nadie más"


Comentarios

Entradas más populares de este blog

El porque no quiero tener hijos

Nunca olvides lo mejor de ti

La belleza esta en tu interior